A lo largo del año se observa cómo en algunas ocasiones el cabello se queda sin brillo, comienza a caerse de forma repentina o presenta una aspecto áspero y seco. Pero, ¿a qué se deben estos cambios? El mal estado del pelo se puede originar debido a factores hormonales o genéticos, los malos hábitos de higiene capilar, el uso de tintes y decoloraciones que lo estropean, el estrés, el empleo de algunos medicamentos que influyen sobre la salud del cuero cabelludo o una alimentación insuficiente. Mientras que algunos de estos motivos presentan poco margen de actuación a nivel sanitario y personal, la alimentación es un factor que depende de cada uno y que, por lo tanto, se puede modificar para conseguir un pelo saludable.
El cabello está compuesto por la proteína de la queratina y otros minerales como el magnesio, el silicio o el cobre, por lo que para conseguir un pelo fuerte y sano es fundamental mantener una dieta saludable y equilibrada que contenga estos nutrientes.
Los nutrientes necesarios para favorecer y apuntalar la salud del cabello son principalmente lasproteínas, los aminoácidos esenciales, el colágeno, los minerales y las vitaminas, indica Gloria Montané, farmacéutica de la Farmacia Montané, en Sabadell (Barcelona). De entre las vitaminas que hay que consumir las más importante para el buen estado del cabello son, sobre todo, las del grupo B, dentro de éstas la más significativa es la biotina (B8), junto con la vitamina C. También es necesaria la presencia de hierro, cobre, zinc y omega 3, añade Teresa Bonnin, farmacéutica cotitular de la Farmacia Bonnin, en Palma de Mallorca.
Por lo tanto, ¿qué alimentos se deben consumir?
Las expertas establecen en qué alimentos se pueden encontrar los diferentes nutrientes indispensables para lucir un cabello en buen estado:
Estos alimentos se deben consumir dentro de una dieta equilibrada. De esta forma, “el cabello se fortalece a través de la circulación sanguínea, la cual nutre el bulbo piloso, zona en la que se alimenta el cabello”, explica Montané. Por lo tanto, es importante que la sangre que llega a la base del pelo contenga los nutrientes que éste necesita para crecer sano y fuerte. No obstante, a nivel tópico existen preparados de farmacia, normalmente lociones y champús, que vehiculizan correctamente los nutrientes hasta su destino, el cuero cabelludo, y los cuales ayudan a fortalecer y estimular su crecimiento.
Bonnin indica que lo más adecuado es combinar todos estos elementos en una cantidad adecuada cada vez que se coma. Recomienda además, consumir muchas verduras y una o dos frutas al día. Y hace hincapié en la injerencia del aceite de oliva debido a su acción de antioxidante.
Los líquidos también son un aspecto importante en las dietas equilibradas. “El consumo de agua ayuda en los problemas capilares, al mantener el cabello hidratado y fuerte”, señala Bonnin. No es necesario consumir aguas especiales, lo ideal es injerir uno o dos litros de agua al día. “No obstante, no depende sólo del agua o de la alimentación o de la higiene; para tener un pelo sano y bonito debemos actuar en todos los frentes a la vez para conseguir nuestro objetivo”, puntualiza Montané.
Por otro lado, existen comidas que hay que eludir para no dañar el cabello. De entre ellas destacan: los alimentos muy refinados y con exceso de grasas saturadas, los alimentos fritos, los productos con grasas hidrogenadas o los aceites refinados. Todos ellos están relaciones con el incremento de los niveles de testosterona, los cuales pueden potenciar el aumento de los niveles de dihidrotestosterona (DHT). “Esto supone que los folículos pilosos se encojan y crezcan cada vez más delgados y débiles”, explica Bonnin.
También es recomendable evitar los carbohidratos de alto índice glucémico, es decir, los azúcares rápidos, puesto que un consumo excesivo de los mismos crea inflamación celular, la cual es nociva para la salud capilar. Asimismo, hay que intentar no llevar a cabo una dieta restrictiva que induce a una malnutrición y las dietas veganas con deficiencias de vitamina B12 y hierro. Igualmente, no se debe consumir bebidas gaseosas o con cafeína, así como chocolate en exceso.